17
agosto
2021
En los tiempos actuales, en los que la tecnología cambia constantemente, las empresas están en constante adaptación y donde prima saber gestionar el cambio con éxito, surge la obligación de adecuarse a los nuevos requisitos y necesidades, en los que los métodos tradicionales de gestión ya no son suficiente.
Estamos en un entorno de permanente cambio y con muchos proyectos en constante adaptación; muchas personas trabajando y colaborando juntas en entornos de trabajo híbridos, pero con el mismo fin: conseguir lograr los objetivos comunes para contribuir al éxito de las compañías.
Por ello, desde GARSA, creemos que ahora más que nunca ser ágiles en nuestra toma de decisiones, visualizar nuestros avances y establecer procesos de prueba, error y mejora continua, toman un sentido imprescindible en el día a día de nuestra organización.
Actualmente en GARSA estamos iniciando un proceso de transformación integral que parte desde nuestras personas y nuestra cultura. En este sentido, apostar por las metodologías ágiles implica cambiar nuestra manera de trabajar y, por tanto, formar a nuestros profesionales, revisar nuestros procesos para conseguir una mayor transversalidad y alinear nuestra cultura a este nuevo paradigma.
No obstante, desde 2018, ya habíamos implantado varias iniciativas en algunos de nuestros equipos y nos han ayudado a adentrarnos y experimentar esta filosofía de trabajo: dailys, asignación de roles y competencias, definición y acuerdo de alcance de sprints, establecimiento de prioridades de tareas y tiempos de desarrollo, etc.
En la actualidad, con el apoyo de Randstad, nuestro comité directivo y el equipo responsable de la transformación en GARSA se están formando para poder definir qué prácticas son las más adecuadas para implantar en función de nuestro negocio y nuestra forma de trabajar en las distintas áreas y departamentos de la compañía. Consideramos que un factor clave para el éxito de su implantación será tener claras las diferentes herramientas que existen y saber cuáles aplicar dependiendo de nuestra demanda.
Esta forma de trabajo beneficiará tanto a la compañía y a sus trabajadores como al resultado de su trabajo y por tanto, a nuestros clientes finales. Queremos que nuestros equipos trabajen conjuntamente, estén motivados, se fomente la comunicación continua y abierta y así nos ayudemos unos a otros en nuestro progreso profesional y en la consecución de nuestros objetivos.
En definitiva, los principales objetivos que queremos conseguir al implantar estas metodologías en nuestra compañía son:
Detección prematura de posibles puntos de mejora en el servicio ofrecido a nuestros clientes.
Identificación concreta y correcta priorización de las tareas a realizar.
Adecuado dimensionamiento y skills de los equipos de trabajo.
Asignación de roles y competencias.
Mejora en la comunicación transversal.
Acrecentar la productividad y ser más eficientes para poder aportar mayor valor a nuestros clientes.
Consideramos clave transformarnos y establecer procesos de aprendizaje continuo para mantener nuestro estatus de empresa pionera, y poder así seguir ofreciendo el mejor servicio a nuestros clientes, adaptándonos en todo momento a las nuevas necesidades que puedan surgir.
